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Introducción

  • Foto del escritor: Roberto Gamio
    Roberto Gamio
  • 3 jul 2018
  • 2 Min. de lectura

Creo que todos podemos decir que hemos escuchado a alguien renegar. Es algo totalmente cotidiano. Todos también conocemos a gente que reniega más que otros. Supongo que eso también es normal. ¿Algunas vez has leído a alguien renegar? Yo sí. Bastantes veces. Y envidiaba bastante a las personas que se atrevían a hacerlo en redes. Cada vez que veía una publicación así sentía que me estaba quedando atrás y que tengo mucho más potencial de renegón que el resto.



Imagen referencial de mi niñez

De todos modos, a veces inspirarte en el trabajo del resto no es suficiente. De vez en cuando falta algo más para impulsar a alguien a cometer la humillación masiva de publicar tus sentimientos en internet. En mi caso, el momento llegó luego de una semana en la que me dio una fiebre increíble y me dio tos y se me inflamó la garganta. Luego de varios días en cama, decidí que tenía que hacer algo con mi trabajo: hay pocas cosas que me hacen tan infeliz. Entonces en ese momento, luego de un día de haber vuelto al laburo post-enfermedad, me desperté a las 4:30am de la madrugada y agarré mi computadora, totalmente decidido a empezar a escribirle a gente y a finalmente hacer algo para cambiar la realidad que tanto me molesta.


Yo redactando esto


Cabe recalcar mi pánico al fracaso, cosa que me impide lograr metas académico/laborales y que es el principal motivo por el que sigo trabajando en publicidad.

Queda claro entonces que no hice absolutamente nada ligado a mi trabajo y estoy ahora escribiendo y editando un blog, porque siempre es más fácil desviar tu atención hacia otra cosa cuando hay algo recontra útil y productivo que hacer.


La verdad de la milanesa

Honestamente la idea de armar un blog era algo que me moría de ganas de hacer desde hace mucho, solo que no tenía el tiempo ni las ganas de hacerlo, nuevamente por el miedo al fracaso: ¿qué pasa si nadie lo lee? ¿qué pasa ni a nadie le gusta? O, peor aún: ¿qué pasas si todo el mundo lo lee? ¿qué pasa si quieren más y más pero no me da el tiempo y mi calidad de publicaciones va decayendo y todo el mundo se decepciona? ¿Cómo carajo hago que la gente llegue a mi blog? ¿lo pongo en twitter para que lo vean mis dos seguidores?



No quiero decepcionar a mis followers

Pero finalmente me llega altamente. Quiero meterle balas a este proyecto, quiero hablar de lo que me provoque y quiero publicarlo acá y voy a compartir mi blog en mis redes (todas menos facebook porque es demasiado pública como para mi gusto).


Y así acaba mi primera publicación! Siendo las seis de la madrugada, me voy a dormir un rato antes de tener que volver a enfrentar la amarga realidad de la publicidad en un par de horitas.


Bésense.


Cariños.

 
 
 

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